viernes, 5 de agosto de 2011

ROMPER EL SILENCIO



Por Andrea Quevedo*

El silencio del indio domesticado en algún momento debía terminar. Así es como comenzó la aventura de darle lugar a esas voces y crear con todas ellas una propuesta política propia para todas las áreas, incluyendo la política partidaria.
Es así como muchos dirigentes de pueblos originarios dejaron de ser parte de distintas agrupaciones políticas para crear su espacio con su propio proyecto. Primera experiencia democrática que pudo por primera vez permitirle al hermano tener una propuesta que entienda su forma de vida, respete la cultura de su pueblo y, a su vez, conviva en el sistema electoral de este Estado.

La “alta intelectualidad” de algunos ciudadanos, que debían garantizar una participación con igualdad de condiciones, no lo entendió. No entendieron tampoco que esta propuesta era creada desde los pueblos originarios de estas tierras para todos los hijos de la pacha, que creen en la igualdad de condiciones de vida; para todos los despojados de las riquezas que nuestra madre nos da; para los ricos y economistas que quieran escuchar cómo cuidar la fuente de riqueza del mundo sin dañarla; para los hombres y mujeres que creen en una vida digna y para todos los que confían que es posible un crecimiento económico que no se produzca a costa de la muerte de muchos.

El Estado hoy no entiende cómo llevar adelante políticas específicas para los pueblos. Aún cuando hay voluntad. Cómo hacerlo si los conocedores del tema no son parte, si los únicos expertos en la materia son los representantes de pueblos.

Estamos en una señora democracia manchada con la sangre de hermanos, que por amar a esta tierra y creer en la vida comunitaria, han muerto trasmitiendo la creencia de sus antepasados, los verdaderos fundadores y dueños de estas tierras.

Tal vez no tenga la autoridad de representante de pueblo para decir esto, pero sí la tengo como dirigente social, como ciudadana argentina, como ciudadana preexistente y sobre todo como mujer de sangre indígena, como nos dicen.

Como tal les comunico a todos los hermanos, vecinos y compañeros que acompañan a la propuesta política de la Mesa Política Indígena de la provincia de Buenos Aires que me siento muy orgullosa de todos ustedes. Tuvieron la grandeza de mantener en pie esta propuesta a pesar de las presiones.

A los muchos candidatos perjudicados les digo que no se construye democracia ocultando que no se cumplió con las garantías necesarias en el PJ bonaerense. Hablar de esto no es falta de códigos, es cuestión de coraje, sino nos convertimos en cómplices de los que traicionan a la democracia, lo que perjudicaría a este modelo.

A los compañeros que desde sus funciones públicas están tratando con el Consejo Indígena para ayudar a contener los conflictos territoriales de la provincia de Buenos Aires les digo que es un buen comienzo para un largo camino de trabajo.

Desafío a todos los funcionarios públicos que aún no aportan a la solución de los conflictos territoriales a que contribuyan desde donde les corresponda; que se muestren dispuestos a escuchar de lo que no comprenden por diferencias culturales, para aprender como aprendimos las pautas de un Estado con el que convivimos a pesar de tener nuestros propios pueblos y naciones.

Y por último, a la sociedad toda le digo que sentimos cada vez más fuerte que nunca sus abrazos. Les aseguro que a muchos de nosotros nos puso de pie en momentos difíciles, esto también es para los medios que nos acompañan difundiendo nuestra información.

Hoy el proyecto político indígena está más fuerte que nunca. Se lo debemos a los niños que son el futuro y a todos los hermanos aislados en la pobreza de un país tan rico. Sabemos que vamos por el camino de la verdad y la verdad siempre es una aliada para los pueblos.

*Dirigente indígena, ex concejal del partido de Almirante Brown y presidenta de la Mesa Política Indígena Nacional de provincia de Buenos Aires

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